- En tres años fueron realizadas 5.216 intervenciones mediante el sistema de cirugía robotizada, destacando el servicio de urología
- La instalación de los robots da Vinci se llevó a cabo en el año 2021 en las siete áreas sanitarias, iniciando de manera simultánea las intervenciones urológicas
- En total, la inversión de la Xunta para la instalación, mantenimiento y funcionamiento de los equipos supera los 56 millones de euros
El Servizo Galego de Saúde consiguió, con datos a 2 de julio, la cifra de 5.216 intervenciones con los robots da Vinci después de tres años de su implantación.
Los robots da Vinci fueron instalados en julio del 2021 para la cobertura de diversos servicios como la cirugía torácica, la cirugía general y digestiva, ginecología, otorrinolaringología, urología y cirugía pediátrica. Las especialidades con mayor número de operaciones fueron urología (con un total de 2.305), seguida del servicio de cirugía general y digestiva (con 1.994). En cuanto al resto de especialidades, el servicio de ginecología realizó 475 intervenciones; cirugía torácica, 345; otorrinolaringología 96 y cirugía pediátrica, 1.
A cierre del primer semestre de 2024, el área sanitaria de Vigo realizó 1.377 intervenciones, siendo la que suma el mayor número de cirugías robotizadas con el da Vinci en este período. La sigue el área de A Coruña y Cee, llegando a 891 intervenciones; la de Ferrol con 830; la de Santiago de Compostela y Barbanza con 736; la de Lugo, A Mariña y Monforte de Lemos con 603; la de Pontevedra y O Salnés con 425 y la de Ourense, Verín y O Barco de Valdeorras con 345.
Esta equipación tecnológica supuso una inversión de más de 56 millones de euros y cubre desde el inicio de su actividad las siete áreas sanitarias gallegas, iniciando sus funciones en el servicio de urología de manera simultánea y extendiéndose más tarde a las áreas de cirugía general y digestiva y de ginecología.
Cirugía robótica en la sanidad pública gallega
Las intervenciones robotizadas presentan una gran ventaja con respeto a las cirugías tradicionales, ofreciendo una mayor precisión, una mejora en el acceso a zonas complejas y una mejor visualización gracias a la visión 3D reconstructiva. Estas virtudes aportan mayor seguridad y calidad intra y postoperatoria, permitiendo una recuperación más rápida de los enfermos.
También los profesionales y los centros hospitalarios son beneficiados ya que disminuyen el número de transfusiones y complicaciones durante la intervención, mejora el rendimiento de los quirófanos y se reducen los tiempos de estadía media, lo que se traduce en una menor ocupación de camas disponibles.