La periodista y escritora Pilar Cernuda publica su segunda novela, Amigas, un retrato generacional tejido a partir de sus propias vivencias. Pese a no ser un libro estrictamente biográfico, todas las historias que aquí se entrecruzan las ha vivido de cerca… Incluso las que parecen más inverosímiles.
«Pertenezco a una generación de mujeres que se vieron en un cambio social y político con pocos precedentes, empezando por el hecho mismo de ser mujeres. A nosotras, nacidas a finales de los cuarenta y principios de los cincuenta, nos tocó entrar en una universidad mayoritariamente masculina, muy mayoritariamente masculina».
Pilar Cernuda.
Venidas de colegios de monjas, de pronto se encontraron compartiendo espacio con chicos cuando apenas los había tratado, más allá de los amigos de hermanos o primos, siempre alertas y protectores. «Nos tocó luchar para que nos valorasen por nosotras mismas, un feminismo no militante pero vital; nos tocaron cambios sociales importantes gracias al papel que vamos asumiendo, cada vez más igual al de los hombres», prosigue Cernuda.
Fueron años de transformación en el terreno sexual y cultural y, por supuesto, también en el político, con el paso de la dictadura a la democracia como trasfondo. «Un porcentaje de chicas de esa generación con medios económicos familiares dejan de tener como objetivo único casarse y formar una familia. Quieren ir a la universidad, formarse, trabajar. En esa nueva vida, conocen el compromiso de la lucha contra el franquismo y, muerto Franco, conocen la vida política y las reglas de la democracia. Es una generación de mujeres con una vida muy llena que afecta a todo, sus relaciones familiares, su acceso al mercado del trabajo … y la forma de vivir el amor de una manera completamente distinta a las de sus padres».